VIVIR SU VIDA

Título: Vivir su vida (Vivre sa vie)
País: Francia
Director: Jean-Luc Godard
Guión: Jean-Luc Godard
Música: Michel Legrand
Año: 1962
Duración: 80 min
Género: Drama
Vista en: Cineclub
Puntuación: 5

La Nouvelle Vague llega al blog, ¡por fin! Este es el primer film perteneciente a la corriente renovadora del cine por excelencia, que nació a finales de los 50. Nombres como François Truffaut, Jacques Rivette, Eric Rohmer, Claude Chabrol, Alain Resnais, Jean Pierre Melville y el mismo Godard forman parte en mayor o menor medida de esta “Nueva Ola”.

Solo he visto 2 películas de Godard, de la gran lista que ha filmado, y “Vivir su vida” es la segunda vez que la veo. Me cuesta explicar por qué, pero el hecho es que me gusta su cine. Creo que la razón principal es la de ver algo nuevo, algo diferente y fresco (sí, estamos hablando de una película de 1962). Concretamente “Vivir su vida” supuso una ruptura con el cine que se había hecho hasta aquel momento. Godard hizo todas las cosas que “no se podían hacer”, desafiando todo tipo de reglas establecidas para elaborar un filme. Un ejemplo entre muchos: rodar una conversación con los personajes de espalda.

La película trata sobre como una mujer entra en el mundo de la prostitución. Pero eso es lo de menos, ya que ya se ha contado muchas veces. Lo importante es la forma de contarlo, la naturalidad y normalidad con la que se aborda el tema, sin caer en sensiblerías ni paternalismos.

El primer plano nos recuerda que esta película es un homenaje al cine de Serie B (buen comienzo). La película se estructura en 12 episodios, separados cada uno con un plano presentación que nos avanza lo que va a acaecer. Cada episodio tiene su propia personalidad y originalidad; unos gustarán más y otros menos, pero todos son diferentes entre sí. La película nunca está vacía, si no todo lo contrario, durante su transcurso encontramos “guiños”, homenajes o simplemente referencias de lo más variopintas: cine, pintura, literatura, filosofía, derecho, música. Todo cabe en “Vivir su vida”, pero no es fácil verlo todo. Hay muchas capas en esta película, por lo que verla una sola vez no basta. Ni verla dos tampoco, al menos a mí, pero creo que ya ha quedado claro que soy un cinéfilo en prácticas.

Y para finalizar, ¡como iba pasar por alto a Anna Karina! Ella forma parte esencial de esta obra de arte, era en aquel momento la musa indiscutible de Godard.

Os recomiendo ver este fragmento de la película, que es uno de los que más me gusta. Seguro que disfrutáis mucho. Nana bailando.